¿Cómo debería ser la España 5.0? Así la traza Luis Miguel Gilpérez, ex presidente de Telefónica España y autor del libro «España 5.0: hacia un nuevo modelo de reindustrialización», editado por Verssus.

Entrevista a Luis Miguel Gilpérez, realizada por Estela Martín, una de las 15 Linkedin Top Voices España 2020.

P: España 5.0 en la era post Covid19: ¿cuál debería ser el punto de partida para conseguir el nuevo modelo de reindustrialización?

LM Gilpérez: España ha sufrido gravemente el impacto de la crisis sanitaria y económica provocada por la Covid-19.

Somos el país que presenta peores indicadores económicos e industriales de entre todas las grandes economías del mundo; tenemos una tasa de paro muy alta, la peor  Europa exceptuando a Grecia.

En este periodo, hemos destruido más de un millón de puestos de trabajo. Solo en el verano hemos dejado de ingresar unos 19.000 millones de euros por turismo comparado con el verano de 2019, y así con casi todos los sectores.

España no puede continuar por esta senda, España debe hacer de la necesidad virtud y convertir esta crisis en una oportunidad. Cada día que pasa es un día perdido que no nos podemos permitir.

Para ello el punto de partida es tener un plan, uno sólo, no 17 o 50, un plan integral, con iniciativas concretas, que sea ambicioso y disruptivo y que incorpore métricas que permita el seguimiento de su avance y grado de cumplimiento de sus objetivos. Y para ello es necesaria una gran capacidad de ejecución.

En definitiva, el punto de partida es un plan integral, como el que desarrollo en España 5.0, y una excelente capacidad de ejecución.

P:. Si hay algo positivo que ha traído la Covid-19 es que se han acelerado de manera vertiginosa los procesos de transformación digital. ¿Cómo puede ayudar esto al nuevo modelo de reindustrialización?

España 5.0 Luis Miguel GilperezLM Gilpérez: No cabe duda de que las medidas que los gobiernos han impuesto a nivel global para luchar contra esta pandemia (o sindemia) han supuesto un punto de inflexión en lo que se refiere a al avance de la digitalización, en su más amplio sentido.

La Covid-19 ha logrado en unos meses un avance en procesos digitales que se preveía nos llevaría de 3 a 5 años lograrlo.

Ha permitido masificar el uso de herramientas digitales y lograr ese cambio de chip, esa transformación cultural, que nos pone en un excelente punto de partida para acometer el ambicioso programa de reindustrialización.

No hay que olvidar que esto sólo ha sido un primer cambio, que era necesario, puntual, pero muchas cosas de este cambio se han hecho “de aquella manera”; todos hemos hecho de algún modo de la necesidad virtud para poder seguir avanzando.

Eso nos ha permitido ver la realidad de la escasa digitalización de nuestro país, muy en particular de la Administración Publica (incluyendo educación, sanidad, …) y de las pymes, que deben avanzar notablemente.

Por no hablar de los hogares, que deben evolucionar a lo que hemos denominado el Hogar Digital Bimodal, donde tiene cabida en el mismo entorno el espacio profesional para teletrabajar o estudiar con calidad, con el espacio de comunicación, ocio y entretenimiento familiar.

P: En un país compuesto mayoritariamente por pymes, ¿cómo podemos conseguir el eje “España digital”, que es uno de los cinco propuestos en el libro?

LM Gilpérez: Las pymes generan en España más del 72% del empleo y más del 61% del valor añadido bruto a la economía empresarial; sin embargo no tienen un grado de digitalización acorde a su relevancia.

Por ejemplo, apenas el 10% de sus ingresos proceden del comercio electrónico. Sin embargo, las ventas online se han mostrado claramente relevantes para las empresas en los escenarios de restricciones de movilidad que ha motivado la pandemia.

Igualmente, poco menos del 16% de las pymes tenían la infraestructura digital adecuada para realizar un teletrabajo realmente efectivo.

Por ello es fundamental que las pymes, junto con la Administración Pública, aborden desde ya su transformación digital.

Es necesario un uso más intensivo de la tecnología en todos sus procesos administrativos e industriales extremo a extremo, los cuales se deben redefinir para que sean más simples y eficientes, y hagan un uso integrado de todos los canales a la vez de que se explotan los datos para capturar las oportunidades inherentes a ellos.

Estos programas de transformación deben complementarse con iniciativas transversales que contribuyan, por ejemplo, a desarrollar más talento digital, a capacitar a toda la población en conocimientos y habilidades digitales, a reducir los trámites burocráticos y administrativos que complican los procesos y terminan en acciones presenciales.

Y para aprovechar este cambio, se deben definir y desarrollar nuevos servicios que representen nuevas oportunidades de comercialización.

P: Dice en su libro que la nueva digitalización debe ser de todos, no solo de los nativos digitales. ¿Qué herramientas pueden ayudar a conseguir este objetivo?

LM Gilpérez: Un objetivo que debemos lograr como país es reducir la brecha digital, que está presente en muchos ámbitos, jóvenes vs. mayores, urbano vs. rural, nivel académico, etc.

Actualmente el 42% de la población adolece de capacitación básica para el uso de herramientas digitales, y en las ciudades hay 15pp de diferencia con respecto al entorno rural en habilidades digitales.

Para ello es clave que haya iniciativas transversales que contribuyan a que toda la población tenga unas capacidades digitales, al menos básicas.

La formación a todos los niveles, desde jóvenes a mayores será un aspecto crítico.

España 5.0 Luis Miguel GilperezEsto, conjuntamente con acciones de comunicación diseñadas para este fin, orientadas a difundir los nuevos servicios, las nuevas maneras de hacer las cosas y el cambio cultural asociado, el conocimiento, etc. se antojan clave para que la digitalización llegue a todos.

Y todo esto sin descuidar uno de nuestros activos más importante, el talento, que debemos mimar para que se desarrolle en toda su plenitud y en todas sus fases.

Desde un punto de vista de infraestructuras y tecnologías, las redes de ultrabanda ancha, fibra y 5G puro, la nube, la inteligencia artificial, la seguridad, los dispositivos electrónicos y muchos más serán desde luego indispensables para hacer realidad este eje transformador.

P: España exporta demasiado talento. ¿Cómo se podría revertir esta situación y atraer y fidelizar el talento?

LM Gilpérez: España tiene un talento de primer nivel, reconocido internacionalmente como por ejemplo en el Índice Global de Competitividad en Talento (Global Talent Competitiveness Index) donde nuestro país tiene una muy buena puntuación por ejemplo en estudiantes en educación superior, algo que valoran mucho las empresas extranjeras, lo que nos permite ocupar la sexta posición.

No obstante, esa es una de las muchas variables que se consideran en ese índice, haciendo que bajemos hasta la posición 32, muy lejos del lugar que pretendemos ocupar, pues nos penalizan aspectos que debemos mejorar, como nuestro marco laboral, el elevado número de universitarios desempleados, poca capacidad para atraer y retener talento, etc.

Y para retener este talento debemos desarrollar de manera efectiva los ejes transformadores que describimos creando un tejido productivo, innovador, atractivo que ofrezca buenas oportunidades de crecimiento y desarrollo profesional.

Debemos facilitar el emprendimiento, incrementar la inversión en I+D+i y ciencia. También hay que crear el
entorno adecuado que incentive a nuestras buenas empresas que sacaron muchas de sus actividades fuera de España a que regresen (reshoring). Y hay que favorecer la internacionalización de nuestras empresas.

Tenemos muchas cosas que hacer, y hay que empezar ya.

P: Una de sus propuestas es crear centros de competencia sectoriales para impulsar el crecimiento y la competitividad ¿Qué sectores deberían ser prioritarios y por qué?

LM Gilpérez: Los sectores con los que empezar esta nueva andadura son:

– Tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) y, en particular, todo lo que va a suponer la implementación del 5G.5G España 5.0
– Logística y el transporte.
– Alta velocidad ferroviaria.
– Turismo.
– Gastronomía y hostelería.
– Contenidos digitales.
– Moda e industria textil.
– Agricultura.
– Energías renovables y sostenibles.
– Automoción.

De todo el tejido productivo de nuestra economía, en una primera fase del eje España tecnológica e industrial del plan España 5.0, es conveniente centrarse en pocos sectores que concentren más del 50-60 % de aportación al valor agregado a la economía.

Obviamente, se pueden sumar más sectores, pero debemos empezar con foco, con objetivos alcanzables a corto, en estos diez “sectores fuerza”.

Debido a la interacción entre ellos que se propicia gracias a la tecnología y los negocios, actuarán como elementos dinamizadores del resto de la economía.

Con el fin de tener un efecto multiplicador multisectorial, estos centros de competencia se caracterizan por una ubicación distribuida acorde en una España continua, apoyándose en todos los activos de valor del país.

Serán hubs de conocimiento, y compartición de buenas prácticas, con el mejor talento allí donde este se encuentre.

Que supongan un claro impulso hacia una España digital punta a punta. Que cuenten con un gran grado de imbricación en el tejido industrial y que nos sirvan como foco en la ejecución a corto plazo pensando en impacto a medio y largo plazo de todos estos proyectos reanimadores de nuestra economía.

Y lo más importante para evitar la desindustrialización del país: no debemos perder el control de nuestras empresas estratégicas porque será el fin de nuestra economía productiva.

P: La internacionalización sigue siendo una asignatura pendiente en muchas empresas españolas (especialmente pymes). ¿De qué manera podría revertirse esta situación?

LM Gilpérez: La internacionalización de la empresa española es un pilar clave y fundamental para una salida rápida y solvente de la actual crisis económica.

Debemos avanzar en mejorar la competitividad de nuestras pequeñas y medianas empresas, empezando por las 150.000 con más potencial exportador, ayudándolas a crecer y diversificarse, a través de la innovación, el talento y las alianzas.

También es imprescindible el estímulo económico de los gobiernos, que, junto con la ayuda institucional, contribuirá como elemento dinamizador que ayude al país a acelerar y ocupar el puesto que nos corresponde en los nuevos mercados internacionales que se van a configurar tras las dramáticas consecuencias de la covid-19.

Algunas de las medidas a tomar para acelerar la recuperación económica a partir del crecimiento de nuestro comercio internacional pueden llevarse a cabo ya, como por ejemplo:

  • el restablecimiento de la movilidad internacional con las debidas medidas de seguridad
  • los estímulos económicos de apoyo a la internacionalización
  • el impulso a las empresas españolas para una presencia permanente en el exterior
  • la promoción de la imagen de marca de España (del Made in Spain al Made by Spain)
  • y así algunas más que, sin duda, ayudarán a recuperar nuestro prestigio internacional.

P: Finalmente, dice en su libro que “España es la empresa más grande que tenemos”. ¿Cuáles son las principales fortalezas y capacidades que tiene esta “empresa” y cuáles las principales debilidades que debe mejorar?.

Tenemos muchas fortalezas como país, que en muchos casos no estamos sabiendo explotar todo su potencial adecuadamente.

El plan que describo en el libro España 5.0 se sustenta sobre dos palancas transversales clave, nuestras infraestructuras y nuestro talento y, en ambas, todo lo relacionado con su vertiente digital

Del talento lo hemos comentado anteriormente.

Y con respecto a infraestructuras, España tiene unas grandes infraestructuras a lo largo de todo su territorio como la red ferroviaria de alta velocidad, la red de autovías y autopistas, la red de parques tecnológicos y universidades, …

Tenemos la mejor red de fibra de Europa y de las mejores del mundo, y eso debemos hacer ahora, ser el país referente en 5G, liderando a través de un hub tecnológico y de servicios el papel de Europa frente a USA y China.

De los distintos puntos de mejora, creo que España debe empezar por mejorar el nivel de industrialización de su economía, pasar de un peso en el PIB del 16% y disminuyendo, a un peso del sector industrial en el PIB superior al 20%.

Igualmente debe acelerar su digitalización, al menos el 75% del total de servicios de la Administración Publica deben ser digitales, omincanal, mobile first. Y que nuestras pymes incrementen hasta el 35% sus ventas online.

Y hablando de energías renovables y sostenibles, no podemos ser el país europeo con mayor materia prima energética, el Sol, y no liderar ese sector.

Igualmente con la automoción, no podemos ser la segunda potencia en el sector en Europa y no liderar el desarrollo de los vehículos eléctricos… Ya hemos demostrado que lo sabemos hacer y debemos seguir haciéndolo.

Pinche aquí para conocer toda la información sobre el libro de Luis Miguel Gilpérez «España 5.0: hacia un nuevo modelo de reindustrialización».