¿Tú sabes cuántos años vas a vivir? La vida de 100 años es una realidad y hay que prepararse para ello desde jóvenes. Necesitamos concienciar sobre esto, cambiar de mentalidad y abordar retos y problemas importantes como el edadismo, los cuidados, la gestión de la gratificación diferida, la gestión del patrimonio o la gestión del capital humano.
Son solo algunas de las cuestiones trascendentales que aborda Barbara Rey Actis, fundadora de Longevity Initiatives, en su libro “Una longevidad con sentido” y que nos explica en esta entrevista concedida a Verssus y realizada por Estela Martín Estebaranz, LinkedIn Top Voices España:
Verssus Libros: ¿Por qué la gente joven debería leer su libro?
Barbara Rey Actis: Tengo la suerte de poder mentorizar a jóvenes profesionales acerca de sus carreras y diferentes aspectos de su vida, y mi experiencia con ellos es que, frente a la simple pregunta: “¿Tú sabes cuántos años vas a vivir?” se quedan atónitos.
En cuanto les digo que van a vivir cien años, llega el aluvión de preguntas, reflexiones y, lo más bonito, veo como se vuelven más empáticos hacia sus propios padres y abuelos. “Ahora entiendo a mi madre en…”, “Tiene sentido que mi padre hiciera…”
Este libro es una gran ayuda para todas las personas, pero sobre todo para los más jóvenes, que viven en la era de la inmediatez, porque los acerca a una temática absolutamente desconocida para ellos, pero de la que, a su vez, serán sus grandes protagonistas. También los invita a relacionarse con personas de otras edades con una nueva mirada fomentando la intergeneracionalidad, acabando con edadismo y promoviendo una cultura de cuidados y dignidad.
Verssus Libros. Insiste en su libro en que la mayoría de decisiones están en nuestras manos y que las decisiones que tomemos hoy conformarán nuestro futuro.
En este sentido, ¿cuáles son los factores más importantes en los que debemos trabajar hoy para disfrutar mañana de una longevidad saludable?
B.R.A: Destacaría estos tres factores:
- Como primer factor, propondría claramente el cambio de mentalidad que tenemos que hacer para ver nuestra larga vida y la de los demás como un gran regalo, algo que merece la pena cuidar y proteger.
- Profundizando en algún factor adicional, destacaría la importancia el empoderamiento, tomar las riendas de nuestra longevidad y dejar de pensar en que el gobierno, las empresas, o los demás son quienes se ocuparán de este tema. Con esto no quiero decir que tenemos que hacerlo todo solos, por el contrario, la colaboración y la solidaridad son la base de un nuevo paradigma, pero no podemos depositar en otros algo tan preciado como nuestra vida.
- Un tercer factor importante que quisiera destacar es aprender a gestionar la gratificación diferida, es decir, ser conscientes de que todo lo que hacemos con nuestro yo de hoy, tiene un impacto en nuestro yo futuro. Cosas como comer bien, hacer ejercicio, descansar, ahorrar, saber invertir, cuidar nuestras relaciones, por ejemplo, no tienen un resultado inmediato, sino que se notan en treinta o cuarenta años. Siempre digo que “Envejecemos como vivimos” y eso aporta mucha tranquilidad, pero también compromiso.
Verssus Libros: Estructura el libro en torno a las palancas de salud, patrimonio y relaciones. ¿Cuál es el principal consejo que daría a las personas que lean el libro sobre cada una de estas tres palancas?
B.R.A. En el libro he intentado además de aportar un marco teórico y académico, dar herramientas prácticas para que cada persona pueda seleccionar e implementar las que más se ajustan a sus deseos y realidad.
En el caso de la salud, mi propuesta es mantener un buen estado de salud gracias al autocuidado, que consiste en tener una alimentación correcta, un movimiento adecuado y un descanso reparador. No hay fórmulas mágicas, más bien pequeños hábitos cotidianos, constancia y consciencia.
En cuanto al patrimonio, me apoyo mucho en mantener el capital humano alto para poder generar ingresos de forma sostenible a lo largo de muchos años, poder ahorrar e invertir para poder tener una etapa de retiro feliz, activa y con salud.
El capital humano tiene tres factores principales: la salud, (que se mantiene con el autocuidado), los conocimientos, que se mantienen gracias al lifelonglearning o aprendizaje continuo y la experiencia, que se tiene que poner en valor adaptándola a las exigencias y demandas de las dinámicas laborales actuales.
Finalmente, las relaciones son sumamente importantes en una vida de cien años, y mi consejo es poder tener un ikigai, un propósito. Con quien más tiempo pasaremos en nuestra larga vida es con nosotros mismos, así que insisto mucho en el autoconocimiento como base para una vida feliz y con sentido. Encontrarlo, permitirá un alineamiento total entre nuestros objetivos personales y el aporte a la comunidad, porque somos seres sociales y no podemos vivir aislados.
También propongo intentar potenciar los rasgos de la personalidad que alargan la vida, sobre todo ser positivos, extrovertidos y ordenados. Esto es algo que suele sorprender, pero está científicamente demostrado.
Verssus Libros: Tras la pandemia, diversos estudios (nacionales e internacionales) revelan que los problemas de salud mental se han agravado. En este sentido, ¿cómo debemos cuidar nuestra salud mental?
B.R.A.: Por suerte, la salud mental está saliendo cada vez más a la luz y es bueno que se hable de ella. En términos de salud mental, es importante, por un lado, entender el proceso de envejecimiento de nuestro cerebro, saber qué cosas entran dentro de lo normal, y que no.
Una de las claves es el deterioro cognitivo, que muchas personas asocian a la vejez, pero que se puede prevenir o retrasar. Un punto de inflexión llamativo es el momento de la jubilación; muchas personas demuestran un bajón importante al dejar de estar activos y esto da para pensar. El cerebro es como un músculo, que hay que entrenar y desarrollar.
Por otro lado, y bastante relacionado con lo anterior, tiene que ver con la actividad social como factor clave.
La gran lacra de este siglo que más afecta a la salud mental, y reduce la esperanza de vida, son la soledad y el aislamiento no deseados, especialmente a las mujeres. En España hay 1,5 millones de mujeres mayores de 65 años que viven solas y la ansiedad y la depresión son las patologías más comunes entre ellas.
En resumen, mantenernos activos y conectados es la mejor forma para tener una buena salud mental aun en la vejez, porque la vejez no es sinónimo de enfermedad mental.
Verssus Libros: En España tenemos un gravísimo problema en el mercado laboral que es el edadismo (discriminación por edad). ¿A qué cree que se debe y por qué las compañías no ponen en valor el talento senior?
B.R.A: Como siempre digo, del talento senior se habla mucho y se hace poco. La evidencia es tan rotunda sobre su valor, que sorprende que la realidad sea tan diferente y presenciemos como, de forma constante, las empresas se deshacen de sus empleados más sénior. Personalmente no creo que sea exclusivamente por un tema de edadismo, es decir, que el factor determinante del despido sea la edad.
Según lo que he podido investigar contrastando datos “duros” y comparando a España con otros países de la OCDE hay dos indicadores que pueden ser, en parte, la explicación de este fenómeno.
Más allá de que las empresas y el gobierno deberían hacer mucho más por tener políticas de fidelización y actualización de sus plantillas senior (que es una tendencia imparable), hago también mucho hincapié en el tema del capital humano y su triada indivisible de salud, conocimientos y experiencia.
El talento senior es mucho más que experiencia puesta en valor. Hay que incluir el lifelonglearning y el autocuidado para mantener la empleabilidad.
Verssus Libros: Finalmente, ¿cree que las nuevas generaciones (milennials y centennials) están preparadas para envejecer mejor que las generaciones anteriores?
B.R.A: Las nuevas generaciones ya han nacido bajo un nuevo paradigma; ellos no tendrán que pivotar entre un modelo de vida de tres etapas hacia una vida de múltiples etapas como hemos vivido los Baby Boomer y los X, sino que ellos ya nacieron en una época marcada por los cambios, la inestabilidad y la flexibilidad. También son 100% nativos digitales, lo cual les facilita mucho el poder estar al día de las tendencias y los conocimientos. El cambio es su constante y en este sentido están más preparados para vivir vidas más largas.
Los avances que se producirán en el campo de la ciencia y la tecnología aplicada a la salud harán que ellos vivan la hiper longevidad, que es una vida más allá del umbral natural actual, es decir, de más de 120 años.
Para mí, la cuestión más relevante para las nuevas generaciones rondará alrededor del propósito, del ikigai; no tanto en su capacidad de adaptación. Es decir, no veo un problema en el “cómo” sino en el “por qué”. La clave será dotar de sentido esa larga existencia, hacer que merezca la pena vivir muchos años y que esos años sean con salud, felicidad y plenitud.